Paridad de Género en la Política del Ecuador


 

 



Paridad de Género en la Política del Ecuador 

Maritza Gamboa Castillo.

www.iknowpolitics.org

 Las mujeres han participado en la historia social, económica y política del país desde mucho antes de la conquista española, recordemos a varias mujeres lideresas de los pueblos indígenas como, Choasanguil en Píllaro, Cotacachi en Imbabura, Quilago, Malinche en México, entre otras, este liderazgo femenino se pierde con la conquista en dónde la mujer pasa a ser un objeto de trueque he inclusive sin valor, invisibilizando su importancia. (Reino , 2011) Expresa con claridad un ejemplo de la lucha de las mujeres en la defensa del territorio en la época de la conquista. Muchos desconocen que fue Choasanguil la madre de Rumiñahui quien apoyó a su hijo en la lucha con los españoles y logró esconder parte del oro de Atahualpa en Píllaro.

Ecuador es un país que se caracteriza por su interculturalidad, se cuenta con nueve nacionalidades y tres pueblos indígenas reconocidos en el país, en Tungurahua tenemos 4 pueblos Ambato tiene 3 Chibuleo, Tóbamelas  y Quisapinchas, la población está dividida en un 50,4% de mujeres y 49,6 hombres, la mayor parte de la población ecuatoriana se autodenomina en un 65% como mestizos, 13% como indígenas, 7,2% como afro-descendientes, 7.4% como montubios y 19% como blancos (Rodas Morales, 2009).

Hay que tomar en cuenta que en 1883  cuando la comisión encargada de reformar la ley electoral de esa época hace hincapié en que se debe poner la palabra “varón”  para quienes deben votar lo dijo el jurisconsulto  Luis Felipe Borja con lo cual en esa oportunidad quedó totalmente eliminada la posibilidad de que la mujer pueda votar. Pero el derecho de elegir y ser elegidas, fue conferido a las ecuatorianas muchos años después que a los hombres, Ecuador fue el primer país en Latinoamérica en que las mujeres obtuvieron el derecho a voto en 1929, esto dio como pauta para que en América del sur se activará el movimiento sufragista.

A partir de 1978 e inicios de los ochenta comienzan a fortalecerse los movimientos de mujeres, con la finalidad de convertirse en un actor social activo de defensa de los derechos de las mujeres exigiendo que las demandas  se cumplan por medio de políticas públicas en beneficio de las mujeres buscando acortar las brechas entre hombres y mujeres, estas luchas siempre han estado acompañadas de las tomas de calles, plazas para visibilizar que las mujeres no se encuentran dentro del grupo de privilegio, por el contrario pasan a ser personas de segunda y tercera clase.

El ejercicio de los puestos de toma de decisión para mujeres es lento en el país, en 1979 fue nombrada por primera vez una mujer en el Gabinete Ministerial y fue la guayaquileña Margarita Cedeño. Aparecen los primeros sindicatos de mujeres, organizaciones campesinas, mestizas, indígenas y negras, organizaciones feministas, con el pasar del tiempo se van integrando a la escena política. Resaltando que desde las distintas vertientes feministas lo que se busca es satisfacer las necesidades de subsistencia, derecho a la tierra, así como la necesidad de identidad, desarrollo cultural, económico, una vida sin violencias.

Estas coyunturas y el trazar una línea de trabajo claro dentro de las organizaciones de mujeres a nivel nacional, permite la unificación de criterios  y que para el año de 1988 se cuenta con el primer Programa Básico de la Mujer el cual se incorpora en los programas y políticas públicas de la Dirección Nacional de la Mujer (DINAMU) hoy Subsecretaria de Erradicación de Violencia. (Cuvi, 2007).

El Comité de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres realizó recomendaciones y observaciones  al Ecuador dentro de ellas se indica que acciones debe realizar el Estado sobre la discriminación contra la mujer, acceso a la justicia, violencia contra las mujeres, trata y explotación sexual, participación en la vida pública y política, educación, empleo, empoderamiento económico de las mujeres, trato a mujeres indígenas, afroecuatorianas, montubias, migrantes y refugiadas, entre otras, varios de estas observaciones no han sido cumplidas.

El Índice de Inequidad de Género, situó al Ecuador en el año 2012 en el  puesto número 89 en un listado de 186 países, a pesar de contar con un marco jurídico que garantiza la vigencia, ejercicio y exigibilidad de los derechos de las mujeres, los mismos que están normados en la Constitución del Ecuador, que contempla de manera explícita la igualdad de género, Instrumentos Internacionales vinculantes ratificados por el Estado Ecuatoriano como la Convención Contra todas las Formas de Discriminación hacia las Mujeres, Plataforma de Acción de Beijing,  Declaración del Milenio y los Objetivos de Desarrollo del Milenio entre otros.

Para el año 2015 el Ecuador se comprometió junto con otros 192 países miembros de las Naciones Unidas a cumplir con la Agenda 2030 de Desarrollo y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, dos de los cuales precautelan la igualdad de género y el trabajo decente.

La inversión en políticas de igualdad de género, registradas en el Clasificador Orientador del Gasto en Políticas de Igualdad de Género representa menos del 2% del presupuesto general del estado y no existen mecanismos institucionales que permitan el monitoreo y evaluación de esta inversión, lo cual vuelve a vulnerar los derechos de las mujeres por parte del estado, en el ámbito territorial, varios procesos de vigilancia y monitoreo de la inversión de gobiernos locales ha significado mejores niveles de interlocución entre las organizaciones de mujeres y las autoridades, la creación e institucionalización de instancias especializadas en igualdad de género a nivel local y la asignación de recursos públicos a las demandas priorizadas de las mujeres es un avance.

Como vemos los años noventa es una fecha importante para los movimientos de mujeres ya resurgen unas y aparecen otras organizaciones de mujeres a nivel nacional, que se ratifican, exigen y promueven sus derechos.  (Lara Saavedra, 2017) menciona que en ese contexto social se ratificaron varios convenios internacionales, se expidieron leyes como la 103 (1995), Ley de Amparo Laboral (1997) que evolucionó hacia la reforma de la Ley Electoral, más conocida como la Ley de Cuotas y la Ley de Maternidad Gratuita (1998), las mismas que en su mayoría están derogadas. En la Constitución del 1998 integra los derechos de la mujer, el Estado formaliza la atención oficial a los problemas de las mujeres a través del Consejo Nacional de las Mujeres y otros organismos especializados como la Defensoría de la Mujer y la Comisión Legislativa Especializada de la Mujer y la Familia, instituciones que no respondieron a las demandas de atacar al modelo capitalista-neoliberal-patriarcalista.

La participación política y el liderazgo de las mujeres es fundamental para fortalecer la democracia y la gobernabilidad, para contar con sociedades más justas, la presencia de mujeres en puestos de toma de decisiones ha significado un gran avance para toda la sociedad. También se cuenta con una legislación casi amplia en temas como los tipos de violencias, derecho de las mujeres a la salud, derechos laborales, entre otros. Pero se debe seguir trabajando en acortar las brechas  de estereotipos de género que limitan la participación de las mujeres, a pesar de la normativa en la ley de cuotas, la  alternancia, los partidos  y movimientos no promueven a las candidatas mujeres en las listas unipersonales o encabezando las listas pluripersonales y las que están al inicio de las listas no han tenido procesos de empoderamiento desconocen las luchas de mujeres y es allí que cuando llegan a puesto de toma de decisión fortalecen el sistema machista misógino y no trabajan por sus congéneres, desconocen temas como igualdad de género, paridad entre otros. Esto unido a las condiciones de desigualdad, violencia política, distribución sexual del trabajo provoca que las mujeres participen menos en temas políticos.

Por esto es necesario transformar las condiciones de la participación de las mujeres en la vida política y en la toma de decisiones. (Buitron Aguirre , 2006) Toda vez como indica la autora  en el siglo XX los discursos de las mujeres que estaban en los puestos de toma de decisión eran claramente para apoyar a los hombres y no a sus congéneres con el pasar de los años van asumiendo y empoderándose de lo que es la sororidad, dejando de lado rivalidades pero en otros casos pasa lo contrario.

Ecuador es el segundo país en la región con el mayor número de legisladoras mujeres. En el año 2014 Ecuador ocupó la posición 39 en el mundo con respecto a Secretarias de Estado 8 de 36 carteras estaban lideradas por mujeres.

 “Aparentemente” la paridad ya se encuentra normado para las candidaturas de hombres y mujeres, en el caso de los binomios presidenciales y de las prefecturas no se ha logrado que se coloque un 50% de alternancia. Si revisamos los últimos binomios no se llega ni a un 10%. Sin embargo, en el segundo mando 21 de las 24 provincias están ocupadas por mujeres. En los cantones de los 221 solamente 118 dieron cumplimiento a lo que determinaba, hasta enero del 2020, el inciso segundo de artículo 317 del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización que disponía a los consejos regionales, concejos metropolitanos, y municipales que al elegir a la segunda autoridad del ejecutivo en lo posible aplique el principio de paridad.

Si bien la Constitución de 2008 consagra el principio de igualdad (formal y material) entre hombres y mujeres y el principio de no discriminación, el enfoque de género y el lenguaje inclusivo, el Plan Nacional de Desarrollo asume el enfoque de género como eje transversal y establece políticas públicas dirigidas a las mujeres para el logro de una sociedad igualitaria.

Las organizaciones de mujeres y feministas no lograban todavía unificarse en el criterio del género, es así que casi nueve años de entrada en vigencia del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización las mujeres a nivel nacional inician un proceso de empoderamiento de las mujeres autoridades para exigir que se cumpla lo estipulado en el artículo 317 párrafo segundo del antes mencionado cuerpo legal. Desde el mes de mayo del año anterior se da una unificación y apoyo masivo a las mujeres  que están en puesto de toma de decisión Concejalas para que exijan que se cumpla lo que dispone el artículo 317 del ya referido código, con el apoyo de la Defensoría del Pueblo se inician a plantear acciones de protección  en contra de los gobiernos autónomos descentralizados municipales  con la finalidad de tutear el principio de igualdad  y paridad de las mujeres.

En las primeras acciones de protección planteadas fueron enfocadas en el tema de la frase “en donde fuere posible”, se hicieron varios análisis en las audiencia desde el tema que debe ser electa por votación popular, tener  los mismos votos que el alcalde, que debe ser gente de confianza del alcalde, que es una opción  y no una obligación.

Dentro del marco legal que rigen al Ecuador la paridad lo tenemos establecido en la Constitución  en su los artículos 11, 61, 66 numeral 4; y, 65; La Convención  sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación  contra la mujer  en su artículo 7; Convención sobre todas las formas de Discriminación contra las mujer  y sus recomendación general N.-23.

La representación de mujeres en los espacios de poder y toma de decisión política de sus respectivos municipios desde su accionar  de manera directa e indirecta es un aporte fundamental a la política y al desarrollo de los pueblos y naciones, desde el mismo hecho de exigir  que se cumplan las normativas existentes y no queden en letra muerta es un paso primordial para realizar cambios en la estructura patriarcal hegemónica, esto acompañado de la poca o nula preparación política de las mujeres candidatas se vuelve una traba para el exigir que se cumpla con el tema de la paridad existe un estudio sobre las carreras políticas fuertes y ligeras de hombres y mujeres en este estudio lastimosamente las mujeres no llegan a un 5% de preparación para ingresar a la carrera políticas y un 10% se mantiene sobre un porcentaje mayor de los hombres ingresan a la lid política un 45% se mantienen un 55% (Arèvalo Jaramillo, 2017).

La Constitución vigente tiene ya clarificado el principio de la igualdad real que no es otra cosa que el reconocer la igualdad y la diferencia.

Se debe iniciar por el cambio del imaginario social de la institucionalidad de lo público malo por cosas positivas, como señalar que la igualdad nace de la costumbre y posteriormente se vuelve normativa jurídica que no pretende violentar los derechos de nadie sino equipararlos.

La sociedad el estado y la familia debe reconocer de una vez por todas la importancia de la mujer en la vida pública y su aporte a la sociedad, lo que se busca por medio de la paridad es que la mujer debe ocupar la segunda autoridad de los cantones, porque primero ya ganó una elección como concejal y si la primera autoridad es hombre debe cumplir con lo que dispone la Constitución y no ser tratada como “diferente” por el hecho de ser mujer.

Se debe buscar espacios de capacitación y convergencia para las nuevas mujeres autoridades y futuras candidatas para que no se vean como rivales sino por el contrario reconocerse como iguales en derechos trabajar desde cada uno de sus espacios por sus congéneres

La inclusión de la paridad política  es un avance fundamental el cómo se lo debe implementar se debe trabajar todavía más, la reforma de enero del 2020 no fue de gran ayuda en el Código de la Democracia ni en Código Orgánico de Organización Territorial  y Autonomía Descentralización, toda vez que en el texto del COOTAD se eliminó la palabra “concejalas” y se dejó  “…de sus consejeras o concejeras a una mujer como vicealcaldesa”  el tema todavía no es analizado por las organizaciones de mujeres pero por mi parte he puesto en conocimiento de dos de los 4 Asambleístas de mi provincia  solamente uno me ha respondido manifestando que la asamblea lo pondrá como “ fe  de erratas”. Se deberá esperar para poder analizar nuevamente si valió o no la reforma realizada en favor de las mujeres 

La presencia de la mujer en el ámbito público todavía sigue siendo un reto y un proceso de lucha de las organizaciones feministas a nivel nacional e internacional, romper el paradigma de que lo público es para hombres todavía está en proceso de cambio.

 

Bibliografía

Arèvalo Jaramillo, M. I. (2017). Ambisiòn o Estrategia. Quito: OMX Producciones.

Buitron Aguirre , L. (2006). Pensamiento feminista y escrito de feministas de 1980- 1990. Quito: UNIFEM-UNICEF.

Código Orgánico de Organización Territorial  y Autonomía Descentralización. Registro Oficial Suplemento 303 de 19-oct.-2010.

Cuvi, M. (2007). Las propias y los ajenos. Quito: Abya Yala.

Lara Saavedra, M. (03 de noviembre de 2017). monografias.com. Obtenido de https://www.monografias.com/docs115/situacion-mujer-ecuador-siglo-xxi/situacion-mujer-ecuador-siglo-xxi.shtml

Reino , P. (2011). Mama choasanguil, la madre de Rumiñahui. Ambato: Maxtudio.

Rodas Morales, R. (2009). Historia del voto Femenino en el Ecuador. Quito: Propaganda.

 

Comentarios

  1. Las mujeres siempre hemos sido parte de la historia, aunque esta es contada por hombres allí estamos aunque les duela dejando huellas por las que vendrán.

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    1. Exacto. Han estado invisibilizadas en la historia debido a la estructura patriarcal de las sociedades modernas. Hoy hay que entender que su liberación lo es de toda estructura de poder opresiva. Por tanto, es tarea de todas y todos.

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