Paridad de Género en la Política del Ecuador
Paridad de Género en la Política del Ecuador
Maritza
Gamboa Castillo.
www.iknowpolitics.org
Las mujeres han
participado en la historia social, económica y política del país desde mucho antes
de la conquista española, recordemos a varias mujeres lideresas de los pueblos
indígenas como, Choasanguil en Píllaro, Cotacachi en Imbabura, Quilago, Malinche
en México, entre otras, este liderazgo femenino se pierde con la conquista en
dónde la mujer pasa a ser un objeto de trueque he inclusive sin valor, invisibilizando
su importancia.
Ecuador es un país que se caracteriza por su
interculturalidad, se cuenta con nueve nacionalidades y tres pueblos indígenas
reconocidos en el país, en Tungurahua tenemos 4 pueblos Ambato tiene 3
Chibuleo, Tóbamelas y Quisapinchas, la
población está dividida en un 50,4% de mujeres y 49,6 hombres, la mayor parte
de la población ecuatoriana se autodenomina en un 65% como mestizos, 13% como
indígenas, 7,2% como afro-descendientes, 7.4% como montubios y 19% como blancos
Hay que tomar en
cuenta que en 1883 cuando la comisión
encargada de reformar la ley electoral de esa época hace hincapié en que se
debe poner la palabra “varón” para
quienes deben votar lo dijo el jurisconsulto
Luis Felipe Borja con lo cual en esa oportunidad quedó totalmente
eliminada la posibilidad de que la mujer pueda votar. Pero el derecho de elegir
y ser elegidas, fue conferido a las ecuatorianas muchos años después que a los
hombres, Ecuador fue el primer país en Latinoamérica en que las mujeres
obtuvieron el derecho a voto en 1929, esto dio como pauta para que en América
del sur se activará el movimiento sufragista.
A partir de 1978 e
inicios de los ochenta comienzan a fortalecerse los movimientos de mujeres, con
la finalidad de convertirse en un actor social activo de defensa de los
derechos de las mujeres exigiendo que las demandas se cumplan por medio de políticas públicas en
beneficio de las mujeres buscando acortar las brechas entre hombres y mujeres,
estas luchas siempre han estado acompañadas de las tomas de calles, plazas para
visibilizar que las mujeres no se encuentran dentro del grupo de privilegio,
por el contrario pasan a ser personas de segunda y tercera clase.
El ejercicio de los puestos de toma de
decisión para mujeres es lento en el país, en 1979 fue nombrada por primera
vez una mujer en el Gabinete Ministerial y fue la guayaquileña Margarita Cedeño.
Aparecen los primeros sindicatos de mujeres, organizaciones campesinas,
mestizas, indígenas y negras, organizaciones feministas, con el pasar del tiempo se van integrando a
la escena política. Resaltando que desde las distintas vertientes feministas lo
que se busca es satisfacer las necesidades de subsistencia, derecho a la tierra,
así como la necesidad de identidad, desarrollo cultural, económico, una vida
sin violencias.
Estas coyunturas y el
trazar una línea de trabajo claro dentro de las organizaciones de mujeres a
nivel nacional, permite la unificación de criterios y que para el año de 1988 se cuenta con
el primer Programa Básico de la Mujer el cual se incorpora en los programas y
políticas públicas de la Dirección Nacional de la Mujer (DINAMU) hoy
Subsecretaria de Erradicación de Violencia.
El Comité de las Naciones
Unidas sobre la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres realizó
recomendaciones y observaciones al
Ecuador dentro de ellas se indica que acciones debe realizar el Estado sobre la
discriminación contra la mujer, acceso a la justicia, violencia contra las
mujeres, trata y explotación sexual, participación en la vida pública y
política, educación, empleo, empoderamiento económico de las mujeres, trato a
mujeres indígenas, afroecuatorianas, montubias, migrantes y refugiadas, entre
otras, varios de estas observaciones no han sido cumplidas.
El Índice de Inequidad de Género,
situó al Ecuador en el año 2012 en el
puesto número 89 en un listado de 186 países, a pesar de contar con un
marco jurídico que garantiza la vigencia, ejercicio y exigibilidad de los
derechos de las mujeres, los mismos que están normados en la Constitución del
Ecuador, que contempla de manera explícita la igualdad de género, Instrumentos
Internacionales vinculantes ratificados por el Estado Ecuatoriano como la Convención
Contra todas las Formas de Discriminación hacia las Mujeres, Plataforma de
Acción de Beijing, Declaración del
Milenio y los Objetivos de Desarrollo del Milenio entre otros.
Para el año 2015 el
Ecuador se comprometió junto con otros 192 países miembros de las Naciones
Unidas a cumplir con la Agenda 2030 de Desarrollo y sus 17 Objetivos de
Desarrollo Sostenible, dos de los cuales precautelan la igualdad de género y el
trabajo decente.
La inversión en políticas de
igualdad de género, registradas en el Clasificador Orientador del Gasto en
Políticas de Igualdad de Género representa menos del 2% del presupuesto general
del estado y no existen mecanismos institucionales que permitan el monitoreo y
evaluación de esta inversión, lo cual vuelve a vulnerar los derechos de las
mujeres por parte del estado, en el ámbito territorial, varios procesos de
vigilancia y monitoreo de la inversión de gobiernos locales ha significado
mejores niveles de interlocución entre las organizaciones de mujeres y las
autoridades, la creación e institucionalización de instancias especializadas en
igualdad de género a nivel local y la asignación de recursos públicos a las
demandas priorizadas de las mujeres es un avance.
Como vemos los años
noventa es una fecha importante para los movimientos de mujeres ya resurgen
unas y aparecen otras organizaciones de mujeres a nivel nacional, que se
ratifican, exigen y promueven sus derechos.
La participación política y el
liderazgo de las mujeres es fundamental para fortalecer la democracia y la
gobernabilidad, para contar con sociedades más justas, la presencia de mujeres
en puestos de toma de decisiones ha significado un gran avance para toda la
sociedad. También se cuenta con una legislación casi amplia en temas como los
tipos de violencias, derecho de las mujeres a la salud, derechos laborales,
entre otros. Pero se debe seguir trabajando en acortar las brechas de estereotipos de género que limitan la
participación de las mujeres, a pesar de la normativa en la ley de cuotas,
la alternancia, los partidos y movimientos no promueven a las candidatas
mujeres en las listas unipersonales o encabezando las listas pluripersonales y
las que están al inicio de las listas no han tenido procesos de empoderamiento
desconocen las luchas de mujeres y es allí que cuando llegan a puesto de toma
de decisión fortalecen el sistema machista misógino y no trabajan por sus
congéneres, desconocen temas como igualdad de género, paridad entre otros. Esto
unido a las condiciones de desigualdad, violencia política, distribución sexual
del trabajo provoca que las mujeres participen menos en temas políticos.
Por esto es necesario transformar
las condiciones de la participación de las mujeres en la vida política y en la
toma de decisiones.
Ecuador es el segundo país en la
región con el mayor número de legisladoras mujeres. En el año 2014 Ecuador
ocupó la posición 39 en el mundo con respecto a Secretarias de Estado 8 de 36
carteras estaban lideradas por mujeres.
“Aparentemente” la paridad ya se encuentra
normado para las candidaturas de hombres y mujeres, en el caso de los binomios
presidenciales y de las prefecturas no se ha logrado que se coloque un 50% de
alternancia. Si revisamos los últimos binomios no se llega ni a un 10%. Sin embargo, en el segundo
mando 21 de las 24 provincias están ocupadas por mujeres. En los cantones de los 221
solamente 118 dieron cumplimiento a lo que determinaba, hasta enero del 2020,
el inciso segundo de artículo 317 del Código Orgánico de Organización
Territorial, Autonomía y Descentralización que disponía a los consejos regionales, concejos
metropolitanos, y municipales que al elegir a la segunda autoridad del
ejecutivo en lo posible aplique el principio de paridad.
Si bien la Constitución de 2008 consagra el
principio de igualdad (formal y material) entre hombres y mujeres y el
principio de no discriminación, el enfoque de
género y el
lenguaje inclusivo,
el Plan Nacional de
Desarrollo asume el enfoque de género como eje transversal y establece
políticas públicas dirigidas a las mujeres para el logro de una sociedad
igualitaria.
Las organizaciones de
mujeres y feministas no lograban todavía unificarse en el criterio del género, es
así que casi nueve años de entrada en vigencia del Código Orgánico de Organización
Territorial, Autonomía y Descentralización las mujeres a nivel nacional inician
un proceso de empoderamiento de las mujeres autoridades para exigir que se
cumpla lo estipulado en el artículo 317 párrafo segundo del antes mencionado
cuerpo legal. Desde el mes de mayo del año anterior se da una unificación y
apoyo masivo a las mujeres que están en
puesto de toma de decisión Concejalas para que exijan que se cumpla lo que
dispone el artículo 317 del ya referido código, con el apoyo de la Defensoría
del Pueblo se inician a plantear acciones de protección en contra de los gobiernos autónomos
descentralizados municipales con la
finalidad de tutear el principio de igualdad
y paridad de las mujeres.
En las primeras
acciones de protección planteadas fueron enfocadas en el tema de la frase “en
donde fuere posible”, se hicieron varios análisis en las audiencia desde el
tema que debe ser electa por votación popular, tener los mismos votos que el alcalde, que debe ser
gente de confianza del alcalde, que es una opción y no una obligación.
Dentro del marco legal
que rigen al Ecuador la paridad lo tenemos establecido en la Constitución en su los artículos 11, 61, 66 numeral 4; y,
65; La Convención sobre la Eliminación
de todas las formas de Discriminación
contra la mujer en su artículo 7;
Convención sobre todas las formas de Discriminación contra las mujer y sus recomendación general N.-23.
La representación de
mujeres en los espacios de poder y toma de decisión política de sus respectivos
municipios desde su accionar de manera
directa e indirecta es un aporte fundamental a la política y al desarrollo de
los pueblos y naciones, desde el mismo hecho de exigir que se cumplan las normativas existentes y no
queden en letra muerta es un paso primordial para realizar cambios en la
estructura patriarcal hegemónica, esto acompañado de la poca o nula preparación
política de las mujeres candidatas se vuelve una traba para el exigir que se
cumpla con el tema de la paridad existe un estudio sobre las carreras políticas
fuertes y ligeras de hombres y mujeres en este estudio lastimosamente las
mujeres no llegan a un 5% de preparación para ingresar a la carrera políticas y
un 10% se mantiene sobre un porcentaje mayor de los hombres ingresan a la lid
política un 45% se mantienen un 55%
La Constitución
vigente tiene ya clarificado el principio de la igualdad real que no es otra
cosa que el reconocer la igualdad y la diferencia.
Se debe iniciar por el
cambio del imaginario social de la institucionalidad de lo público malo por
cosas positivas, como señalar que la igualdad nace de la costumbre y
posteriormente se vuelve normativa jurídica que no pretende violentar los
derechos de nadie sino equipararlos.
La sociedad el estado
y la familia debe reconocer de una vez por todas la importancia de la mujer en
la vida pública y su aporte a la sociedad, lo que se busca por medio de la
paridad es que la mujer debe ocupar la segunda autoridad de los cantones,
porque primero ya ganó una elección como concejal y si la primera autoridad es
hombre debe cumplir con lo que dispone la Constitución y no ser tratada como “diferente”
por el hecho de ser mujer.
Se debe buscar
espacios de capacitación y convergencia para las nuevas mujeres autoridades y
futuras candidatas para que no se vean como rivales sino por el contrario
reconocerse como iguales en derechos trabajar desde cada uno de sus espacios
por sus congéneres
La inclusión de la
paridad política es un avance
fundamental el cómo se lo debe implementar se debe trabajar todavía más, la
reforma de enero del 2020 no fue de gran ayuda en el Código de la Democracia ni
en Código Orgánico de Organización
Territorial y Autonomía
Descentralización, toda vez que en el texto del COOTAD se eliminó la
palabra “concejalas” y se dejó “…de sus
consejeras o concejeras a una mujer como vicealcaldesa” el tema todavía no es analizado por las
organizaciones de mujeres pero por mi parte he puesto en conocimiento de dos de
los 4 Asambleístas de mi provincia
solamente uno me ha respondido manifestando que la asamblea lo pondrá
como “ fe de erratas”. Se deberá esperar
para poder analizar nuevamente si valió o no la reforma realizada en favor de
las mujeres
La presencia de la mujer
en el ámbito público todavía sigue siendo un reto y un proceso de lucha de las
organizaciones feministas a nivel nacional e internacional, romper el paradigma
de que lo público es para hombres todavía está en proceso de cambio.
Bibliografía
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Rodas Morales, R. (2009). Historia del voto Femenino en
el Ecuador. Quito: Propaganda.
Las mujeres siempre hemos sido parte de la historia, aunque esta es contada por hombres allí estamos aunque les duela dejando huellas por las que vendrán.
ResponderEliminarExacto. Han estado invisibilizadas en la historia debido a la estructura patriarcal de las sociedades modernas. Hoy hay que entender que su liberación lo es de toda estructura de poder opresiva. Por tanto, es tarea de todas y todos.
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